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Protegiéndonos del polvo de madera: Una guía de prevención

Protegiéndonos del polvo de madera: Una guía de prevención

Tradicionalmente cuando hablamos de riesgos cancerígenos en el ámbito laboral, tendemos a pensar en el sector del mármol con el sílice, construcción con el amianto, o empresas que trabajan con productos químicos. Pero hay una serie de agentes cancerígenos que están presentes en puestos de trabajo que por desconocimiento o poca repercusión mediática, no les prestamos la atención necesaria. Es el caso del polvo de maderas duras.

El polvo de maderas duras está presente en prácticamente todas las carpinterías y en empresas de montaje de muebles, donde debido al lijado o al corte, se produce un polvo en suspensión que a través de las vías respiratorias entra en nuestro organismo, este polvo también puede causar accidentes laborales como explosiones o incendios.

¿Qué es el polvo de madera dura?

En la industria de la madera, todas las operaciones que se realizan, desde la tala de los árboles hasta el acabado de los productos finales, generan polvo de madera, especialmente las operaciones de serrado con sierras circulares, lijado y pulido.

Denominamos polvo a aquellas partículas de un diámetro igual o inferior a 100 µm (0,1 mm), llamándolas técnicamente polvo inhalable, ya que son las partículas capaces de entrar por la nariz al sistema respiratorio.

El polvo de madera está formado por las partículas que se desprenden de esta materia prima cuando se realizan sobre ella determinadas operaciones mecánicas. Aunque se trate de un material de origen natural, no es inocuo ya que puede provocar daños para la salud.

Profesionales y actividades con mayor exposición

La exposición al polvo de madera afecta a una amplia gama de profesiones y actividades, entre las que se incluyen:

  • Fabricación de muebles: Donde se manipulan diversas maderas para crear productos finales.
  • Tala de árboles: Actividad inicial en la cadena de suministro de madera, con exposición directa al serrín.
  • Aserraderos: Donde los troncos se procesan en tablones, generando grandes cantidades de polvo de madera.
  • Triturado para la industria del papel: Donde la madera se reduce a pulpa para la fabricación de papel.
  • Modelismo y carpintería: Donde se talla y da forma a la madera para modelos y piezas detalladas.
  • Prensado de madera: En la producción de materiales como el contrachapado o el aglomerado.
  • Mecanizado y montaje de piezas de madera: Incluye cortar, perforar y ensamblar componentes de madera.
  • Acabados de productos de madera: Como el contrachapado o aglomerado, donde se aplican tratamientos superficiales.
  • Lijado de parqués y tarimas: Que produce una cantidad significativa de polvo fino al preparar o restaurar suelos de madera.

Estas actividades, por su naturaleza, implican una interacción constante con el polvo de madera, lo que subraya la importancia de adoptar medidas preventivas adecuadas para minimizar los riesgos para la salud de los trabajadores involucrados.

Clasificación de las maderas

El polvo generado en el procesamiento de la madera puede variar en composición dependiendo del tipo de madera y el proceso utilizado. Clasificado según su tamaño, el polvo inhalable, con partículas de menos de 100 µm, es particularmente preocupante debido a su capacidad para penetrar en el sistema respiratorio.

Los estudios de la IARC (Internacional Agency for Research on Cancer), organismo dependiente de la OMS, han proporcionado una clasificación de la cual la siguiente tabla recoge los principales, según si son maderas blandas, maderas duras o maderas duras tropicales:

MADERAS BLANDAS

MADERAS DURAS

MADERAS DURAS TROPICALES

Género y especie

Nombre común

Género y especie

Nombre común

Género y especie

Nombre común

Abies

Abeto

Acer

Arce

Agathis australis

Kauri

Chamaecy-paris

Falso ciprés

Alnus

Aliso

Chlorophora excelsa

Iroko

Cupressus

Ciprés

Betula

Abedul

Dacrydium cupressinum

Rimu

Larix

Alerce

Carya

Nogal americano, pacano

Dalbergia

Palisandro

Picea

Pice

Carpinus

Carpe

Dalbergia nigra

Jacarandá de Brasi

Pinus

Pino

Castanea

Castaño

Diospyros

Ébano de Asia

Pseudotsuga menziesii

Abeto de Douglas

Fagus

Haya

Khaya

Caoba africana

Sequoia sempervirens

Secuoya

Fraxinus

Fresno

Mansonia

Mansonia

Thuja

Tuya

Juglans

Nogal

Ochroma

Balsa

Tsuga

Hemlock

Platanus

Sicomoro, platano

Palaquium hexandrum

Nyatoh

Populus

Chopo, álamo

Pericopsis elata

Afrormosia

Prunus

Cerezo

Shorea

Meranti

Quercus

Roble

Tectona grandis

Teca

Salix

Sauce

Terminalia superba

Limba

Tilia

Tilo

Triplochiton scleroxylon

Obeche, samba

Ulmus

Olmo

 

Además de los componentes de las maderas, tenemos que considerar que estas, muchas veces vienen tratadas con productos químicos tales como conservantes, fijadores o tintes, que contienen metales pesados.

Las maderas de aglomerados tienen además varias particularidades, normalmente son múltiples tipos de maderas difíciles de determinar, si es cierto que algunas productoras facilitan dicha composición, pero lo habitual es que se desconozcan, tras estudiar varias composiciones el resultado es que siempre llevan maderas duras, además de agentes como resinas con formaldehído, como las que se fabrican estos tableros.

¿Qué efectos produce sobre el organismo?

En ocasiones se relaciona la exposición a polvo de maderas duras con el cáncer de pulmón como en otros agentes cancerígenos de ámbito laboral, pero éste produce otro tipo de cáncer en la cavidad nasal y senos paranasales: el cáncer sinonasal o nasosinusal.

Los cánceres nasosinusales son poco frecuentes, representan entre el 0,2% y el 0,8% de todos los tumores malignos de la especie humana. Sin embargo, más del 90% de los adenocarcinomas etmoidales, un tipo de cáncer sinonasal, son atribuibles a la exposición a polvo de maderas.

Este tipo de cáncer tiene un periodo de latencia media de 40 años, sin embargo, la exposición durante un año es suficiente para que exista la posibilidad de desarrollar este tipo de tumor. El pronóstico de estos tumores es malo, con una supervivencia entre el 20- 50% a los 5 años. La supervivencia desciende del 80% al 25% según se pasa de categoría T1 a T4, reduciéndose al mínimo cuando hay invasión intracraneal.

Otros efectos negativos que puede producir el polvo de madera dura sobre el organismo son:

  • Por contacto cutáneo:
    • Irritación
    • Alergias
    • Eccemas
    • Dermatitis
    • Urticaria
       
  • Por inhalación del polvo de madera:
    • Irritación de las vías respiratorias
    • Rinitis agudas
    • Sangrado de la nariz
    • Sinusitis
    • Asma
    • Síndrome de Disfunción Reactiva de Vías Aéreas (RADS)
    • Alveolitis alérgica extrínseca o Neumonitis de hipersensibilidad
    • Síndrome del Polvo Orgánico Tóxico (SPOT)
       

Normativa

De acuerdo con la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (Ley 31/1995), se debe garantizar el derecho de los trabajadores a una protección eficaz frente a los riesgos laborales, reduciéndolos al mínimo posible. Se debe llevar a cabo una evaluación de aquellos que no se han podido evitar con el objetivo de adoptar las medidas de control necesarias, así como poder planificar la actividad preventiva.

El polvo de madera, como un agente químico más del puesto de trabajo, se encuentra regulado en la actualidad por el Real Decreto 665/1997, de 12 de mayo, sobre la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes cancerígenos durante el trabajo.

En él se establece la necesidad de evaluar el riesgo, debiendo servir como fuente de información para decidir sobre las medidas preventivas a adoptar, poniendo de manifiesto las causas o factores materiales que ocasionan el riesgo y que deberán ser corregidas.

Evaluación del riesgo

El Real Decreto 349/2003 transpone la Directiva 1999/38/CE y modifica el Real Decreto 665/1997, de 12 de mayo, sobre la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes cancerígenos durante el trabajo, y por el que se amplía su ámbito de aplicación a los agentes mutágenos, y añade el polvo de maderas duras como agente cancerígeno.

Y el Real Decreto 1154/2020 actualiza el valor límite de exposición profesional del Polvo de Maderas Duras en 2 mg/m3.

El objetivo de dichas Directivas no es restringir la utilización de la madera dura sustituyéndola por otros materiales ni por otros tipos de madera, sino proteger eficazmente a los trabajadores del riesgo de la exposición laboral a serrines de maderas duras.

Hay que aclarar que, en la práctica, no se suele trabajar con un solo tipo de madera. Cuando se trabaja con maderas duras y blandas conjuntamente, es difícil discernir entre ambos tipos de serrines. Como el polvo de maderas duras es el que entraña un mayor riesgo para el organismo, cuando se trabaje con ellas la mezcla de polvo en el ambiente deberá tener el mismo valor límite que el de la madera dura.

Para la medición se debe muestrear la fracción inhalable, es decir, la fracción de la masa de las partículas del aerosol que se inhala a través de nariz y boca. Por convenio, según se define en la norma UNE-EN 481:1995 «Atmósferas en los puestos de trabajo. Definición de las fracciones por el tamaño de las partículas para la medición de aerosoles», se considera que alrededor del 50% de las partículas de 100 µm de diámetro son capaces de alcanzar las vías respiratorias superiores. Las partículas de mayor tamaño se depositarán en esta primera parte del tracto respiratorio y las más pequeñas serán capaces de penetrar más allá de la laringe (fracción torácica) o hasta los alvéolos pulmonares (fracción respirable).

Se utilizará un soporte IOM + filtro prepesado siendo recomendable de fibra de vidrio, aunque también pueden valer los filtros prepesados de EDC o PVC.

 

Soporte IOM

 Cassette con filtro

 

Para asegurar condiciones seguras en el ambiente laboral, se llevan a cabo tres mediciones iniciales en diferentes días, con distintas personas, procesos y horarios. Se establecen tres posibles resultados:

  • Si todas estas mediciones arrojan valores inferiores al 10% Valor Límite Ambiental (0,2 mg/m3), se considera que el riesgo es aceptable y se establece una periodicidad de 12 meses para futuras evaluaciones.
  • Si alguna medición está entre el 10% o el 100% del Valor Límite Ambiental (2 mg/m3), se considera una situación de indecisión, lo que implica la realización de tres mediciones adicionales para obtener una evaluación más precisa y fundamentada.
  • Si al menos una medición supera el Valor Límite Ambiental (2 mg/m3), se identifica un riesgo higiénico, lo que requiere la implementación de un plan de acción y la repetición de las mediciones para verificar la efectividad de las medidas correctivas.

Vigilancia de la Salud

Además de los protocolos adecuados para el puesto de trabajo y determinados por el médico del trabajo, hay un protocolo específico para trabajos con polvo de maderas duras.

La prueba que se deberá de hacer es una visualización del tercio anterior de la cavidad nasal, mediante el uso de un nasofibroscopio. Este aparato tiene la ventaja de permitir un acceso directo para la vista de los cornetes, el meato medio, la hendidura olfativa y los espacios posteriores de la cavidad nasal. Todo esto realizado e informado por un médico especialista en otorrinolaringología.

Se comprobará que la Historia Clínico-Laboral de cada trabajador o trabajadora recoja el contenido establecido en el artículo 37.3.c. del Real Decreto 39/1997, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención. En la historia laboral se debe de interrogar y consignar acerca del tiempo de exposición actual y pasado y medidas de prevención adoptadas (medidas técnicas, organizativas, protección respiratoria individual…)

Examen de salud inicial

Se realizará después de la incorporación al trabajo o después de la asignación de tareas específicas con riesgo derivado de la exposición a polvo de madera. Su contenido se limitará a la realización de la historia clínica.

Exámenes periódicos de salud

Toda persona que esté o haya estado expuesta laboralmente a polvo de madera debe realizarse un examen de salud anual específico.

El reconocimiento médico se limitará a la realización de la historia clínica, siempre que no presente los siguientes síntomas, en cuyo caso se realizará la realización de la nasofibroscopia:

  • Obstrucción nasal de una de las fosas nasales (unilateral).
  • Alteraciones del gusto y el olfato (pérdida parcial o total).
  • Hemorragia repetida por una de las fosas nasales (unilateral).
  • Secreción nasal seropurulenta por una fosa nasal (unilateral).
  • Dolor facial unilateral persistente.
  • Lagrimeo unilateral persistente.

En caso de que la persona trabajadora lleve más de 20 años expuesta al polvo de madera, se realizará la prueba de nasofibroscopia, independientemente de si presenta síntomas o no.

Examen de salud postocupacional

El adenocarcinoma de fosas nasales y senos paranasales puede aparecer una vez cesada la exposición a polvo de madera, por lo que se recomienda continuar los controles médicos:

  • Por parte de la empresa cuando el trabajador o trabajadora continúe en ella y no se desvincule de la misma (por cese de relación contractual con la empresa o por jubilación).
  • Por parte del Sistema Nacional de Salud cuando se haya producido tal desvinculación.

Medidas preventivas

A continuación, se relacionan medidas preventivas eficaces para reducir y controlar el riesgo por exposición a polvo de madera:

1. Sistemas de extracción general y localizada

  • Implementar sistemas de extracción tanto general como localizada, capturando el polvo de madera lo más cerca posible del punto de emisión. Diseñar estos sistemas teniendo en cuenta la trayectoria de las partículas de polvo y la velocidad a la que se generan, asegurando una captación eficaz en el rango de 1,5 a 2,0 metros por segundo.
  • Se debe considerar la instalación de las mangas de filtrado y el equipo de aspiración fuera de los talleres o en recintos aislados para minimizar la exposición al ruido y facilitar el mantenimiento. Además, es importante tener en cuenta la prevención de riesgos de incendio y explosión en estas instalaciones.
  • Para las operaciones que generan más polvo, como el pulido, se recomienda el aislamiento dentro de cabinas de aspiración. Los equipos portátiles deben estar equipados con sistemas de aspiración efectivos, como mangueras y flexos.
  • Asegurar que el local dispone de ventilación general, compatible con las extracciones localizadas.

2. Equipos de protección individual (EPI)

  • Es esencial proteger los ojos con pantallas y gafas adecuadas para evitar el riesgo de lesiones por partículas o fragmentos.
  • En situaciones donde la extracción localizada no sea suficiente o en tareas de alto riesgo como el mantenimiento o la limpieza, se debe utilizar protección respiratoria, preferiblemente del tipo FFP3 en 149, como la que se muestra a continuación:

                                                                                  

 

3. Procedimientos de trabajo

  • En la aspiración localizada, la velocidad media en el foco de emisión (no confundir con el foco de captura), debe estar entre 1,0 y > 10 m/s.

Aire en calma

Evaporación de niebla: 0,5 m/s

Aire tranquilo

Trasvase de líquidos o soldadura: 0,5-1,0 m/s

Aire en movimiento

Disco de corte, sierra de cinta: 1,0 a 2,5 m/s

Aire turbulento

Tupí, Lijadora orbital / banda: 2,5 a > 10 m/s

                                                                                                                                      

 

  • Se debe priorizar el uso de sistemas de aspiración sobre el barrido manual para la limpieza de las instalaciones, minimizando así la dispersión del polvo.
  • Evitar el uso de pistolas de aire comprimido para la limpieza personal o de la ropa, reemplazándolas por sistemas de aspiración integrados en el diseño del sistema de extracción.
  • Disponer de los elementos necesarios para el lavado habitual de manos (agua caliente, jabón, secado de manos, proximidad al puesto…).

4. Señalización obligatoria

Señalización a la entrada a la zona de exposición


 

Señalización al interior de la zona de riesgo por exposición


Señalización sobre las bolsas de ropa enviadas a lavandería

 

6. Medidas de higiene personal

  • Prohibir estrictamente el consumo de alimentos, bebidas o el uso de tabaco en las áreas de trabajo donde existe riesgo de exposición al polvo de madera.
  • Proporcionar a los trabajadores ropa de protección adecuada, asegurando la separación de la ropa de trabajo de la ropa personal, y establecer un lugar específico para el almacenamiento y el mantenimiento de los equipos de protección personal.

7. Formación e información

  • Es fundamental informar y formar a los trabajadores sobre los riesgos asociados al polvo de madera y las medidas preventivas establecidas, incluyendo el correcto uso y mantenimiento de dichas medidas, para garantizar un entorno de trabajo seguro.

8. Obligaciones de la empresa

  • Determinar el personal expuesto y elaborar un listado de los trabajadores involucrados y los puestos no involucrados expuestos.
  • Delimitar las zonas de acceso, señalizando los accesos a la zona de exposición, el interior y las bolsas de ropa.
  • Instalar detectores de polvo industriales para controlar la exposición y activar el plan de emergencias, en su caso.
  • Elaborar el procedimiento de trabajo, limpieza, mantenimiento y vertido en caso de emergencia.
  • Dotar de mascarillas FFP3 a todo el personal expuesto y ropa de trabajo.
  • Implantar un plan de limpieza regular de suelos, paredes y partes aéreas mediante métodos húmedos y aspiración.
  • Instalar taquillas dobles, armarios para EPIs con toallitas húmedas para la limpieza. También retretes y cuartos de baño exclusivos para el personal expuesto.
  • Dotar de 10 minutos antes de la comida y antes de finalizar la jornada para el aseo personal. La ropa será limpiada y descontaminada por la empresa.
  • Impartir formación específica sobre agentes cancerígenos.

La protección contra el polvo de madera en la industria requiere una estrategia integral que combine tecnologías de control efectivas, equipos de protección individual, y prácticas laborales seguras.

La concienciación y formación continua son fundamentales para mitigar los riesgos para la salud asociados con la exposición al polvo de madera, asegurando así un ambiente de trabajo seguro y saludable.

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