
En plena época estival, las olas de calor están alcanzando niveles alarmantes que ponen en riesgo directo la seguridad laboral y la salud ocupacional de miles de personas trabajadoras. El Observatorio de Salud y Cambio Climático (OSCC) ha alertado recientemente sobre un episodio térmico de intensidad excepcional que ha incrementado notablemente la mortalidad atribuible al calor extremo.
Según los datos oficiales, entre el 16 de mayo y el 13 de julio de 2025 se han registrado 1.180 fallecimientos relacionados con olas de calor. Esta cifra representa un incremento superior al 1.300% respecto al mismo periodo de 2024, cuando se contabilizaron 114 muertes. Un escenario que subraya la necesidad urgente de aplicar medidas eficaces de prevención de riesgos laborales frente al estrés térmico.
Personas trabajadoras y mayores, los perfiles más vulnerables
Aunque las personas mayores de 65 años siguen siendo las más afectadas por los golpes de calor, no podemos ignorar el riesgo creciente entre quienes trabajan bajo condiciones térmicas extremas. Sectores como construcción, agricultura, hostelería, transporte o industria se enfrentan a una exposición directa al calor que, sin una protección adecuada, puede poner en peligro la vida.
Los factores que agravan el riesgo son múltiples y deben ser evaluados de forma integral:
- Factores ambientales: temperatura y humedad relativa, velocidad del aire y radiación solar directa.
- Factores laborales: intensidad física del trabajo, pausas insuficientes, uso de ropa inadecuada.
- Factores individuales: condiciones de salud, consumo de medicamentos, hidratación insuficiente o falta de aclimatación.
Primeros auxilios ante un golpe de calor
Reconocer a tiempo los síntomas de un golpe de calor puede salvar vidas. Presta atención si una persona presenta temperatura corporal superior a 40鈥°C, piel seca y caliente, confusión, convulsiones o alteración del estado mental. En ese caso:
- Llama inmediatamente al 112.
- Lleva a la persona a un lugar fresco y a la sombra, en posición semisentada.
- Si está consciente, haz que beba agua a sorbos.
- Aplica paños fríos en cuello, axilas e ingles para reducir su temperatura.
- Si pierde el conocimiento, túmbala con las piernas flexionadas e informa del empeoramiento al 112.
La prevención no se improvisa
La legislación española es clara al respecto. El artículo 19 de la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales obliga a formar e informar a las personas trabajadoras sobre los riesgos derivados del calor, así como a adaptar las condiciones de trabajo para reducir la exposición térmica.
Desde 2023, también se aplica el Real Decreto-ley 4/2023, que modifica el artículo 15.1 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, estableciendo la obligación de adoptar medidas en caso de condiciones meteorológicas adversas, incluyendo las olas de calor. Esta norma refuerza la necesidad de revisar horarios, asegurar zonas de sombra, proporcionar agua y adaptar el tipo de vestimenta, así como garantizar la formación sobre el riesgo de golpe de calor.
Pero, más allá de la normativa, es esencial crear una cultura preventiva donde cada persona trabajadora reconozca los riesgos y sepa cómo actuar.
Cuidar a las personas es garantizar el futuro
En OTP creemos que la prevención salva vidas, y que el calor no puede ser una causa asumida de siniestralidad. Actuar antes de que sea demasiado tarde no solo es una obligación legal, sino un compromiso ético.
Contacta con nuestro equipo técnico y actúa antes de que el riesgo sea irreversible.
La Salud es +
Autora: Gema Ortiz, DUE en OTP Valencia

Impulsamos la prevenci贸n de riesgos laborales y ayudamos a fomentar el bienestar, la seguridad y salud de las personas en las organizaciones. #PRL #SST