
En prevención de riesgos laborales, cada decisión cuenta. Y no hablamos solo de EPIs, formaciones o protocolos. Hablamos de cómo decides qué se hace primero y qué se pospone. Aplicar bien una herramienta como la matriz de Eisenhower puede marcar la diferencia entre anticiparte a un accidente… o lamentarlo después.
Esta matriz, diseñada para distinguir lo urgente de lo importante, se ha adaptado con éxito al mundo de la seguridad laboral y la salud ocupacional. Pero cuidado: mal utilizada puede convertirse en una trampa que invisibiliza riesgos y normaliza tareas sin impacto real. En entornos laborales complejos, no se trata de hacer mucho, sino de hacer lo correcto.
Cuando lo “delegable” se convierte en peligro latente
En muchas empresas, actualizar señalética secundaria, rellenar informes o hacer reuniones rutinarias se etiquetan como “tareas delegables” o “poco importantes”. Y en términos administrativos, puede que lo sean. Pero si se descuidan, pueden derivar en situaciones críticas: señalización inadecuada, desinformación del personal nuevo, fallos en la trazabilidad de acciones preventivas...
Aparentemente pequeñas, estas tareas pueden ser la primera grieta en la seguridad de tu empresa. No se trata de inflarlas, sino de saber detectarlas a tiempo y gestionarlas con criterio técnico.
“Lo hacemos luego”... hasta que ya es tarde
Capacitaciones estratégicas, programas de cultura preventiva o evaluaciones de clima organizacional suelen posponerse por no ser “urgentes”. El problema es que, cuando lo son, ya es porque algo ha fallado.
El cuadrante de “planifícalo” no debe ser la papelera de reciclaje de lo importante. Si algo impacta directamente en la salud de las personas trabajadoras o en la sostenibilidad preventiva de la organización, tiene que tener un calendario, responsables y seguimiento. Posponer lo importante es hipotecar tu cultura preventiva.
¿Y lo urgente? A veces es solo lo que grita más fuerte
Cuando ocurre un incidente, cuando llega una auditoría o cuando alguien se lesiona, todo se vuelve urgente. Pero ahí ya estamos actuando en modo reactivo. Las empresas que viven en el cuadrante “hazlo” suelen ser reactivas, tensionadas y siempre corriendo detrás de los problemas.
Lo verdaderamente estratégico es evitar que eso suceda. Y eso solo se logra gestionando bien lo no urgente, lo invisible, lo que aún no ha pasado.
Priorización con mentalidad preventiva: ahí está la diferencia
La matriz de Eisenhower sigue siendo útil si se aplica con mirada técnica y adaptada al contexto. Desde OTP, ayudamos a las empresas a revisar su sistema de prioridades y a establecer una planificación preventiva realista, eficaz y enfocada al resultado. Porque lo que no se mide, lo que no se agenda, y lo que se deja para mañana… puede costarte mucho más de lo que imaginas.
¿Te atreves a revisar cómo estás priorizando en tu empresa?
???? Contacta con nuestro equipo técnico y actúa antes de que el riesgo sea irreversible.
La Salud es +
Autora: Estíbaliz Casaiz Sánchez, Técnica Superior en PRL de OTP Lleida

Impulsamos la prevención de riesgos laborales y ayudamos a fomentar el bienestar, la seguridad y salud de las personas en las organizaciones. #PRL #SST