
La prevención de riesgos laborales no se limita a evitar accidentes visibles o lesiones inmediatas. Existen factores menos evidentes pero igualmente peligrosos, como la exposición a agentes reprotóxicos. Estos agentes químicos pueden afectar gravemente la fertilidad, el embarazo y la salud de la descendencia, convirtiéndose en un riesgo real para muchas personas trabajadoras, especialmente en sectores como la industria, la sanidad, la agricultura o los laboratorios.
Si ves este pictograma, extrema las precauciones: podrías estar ante una sustancia que afecta a la fertilidad o al desarrollo del feto.
La reciente publicación del Real Decreto 612/2024, que modifica el RD 665/1997, marca un antes y un después en la protección frente a estos riesgos. Esta normativa incorpora de forma explícita los agentes reprotóxicos en el ámbito de aplicación de la legislación sobre agentes cancerígenos y mutágenos, reforzando las obligaciones de las empresas en la identificación y control de estos peligros en el entorno laboral.
Qué son los agentes reprotóxicos y por qué representan un riesgo laboral grave
Los agentes reprotóxicos son sustancias o mezclas que pueden provocar efectos adversos sobre la función reproductiva humana. Afectan tanto a hombres como a mujeres en edad fértil, pero también pueden dañar directamente al feto o al lactante, incluso después del nacimiento. Se consideran un tipo de riesgo químico con implicaciones a largo plazo y difícilmente reversibles.
Su presencia es habitual en productos químicos industriales, pesticidas, disolventes, metales pesados o medicamentos. Por ello, la evaluación del riesgo debe ser especialmente rigurosa en actividades como el trabajo en laboratorios, fábricas, explotaciones agrícolas o centros sanitarios.
Riesgos invisibles en productos cotidianos
Los agentes reprotóxicos no se limitan al entorno industrial o a los laboratorios. Muchas personas trabajadoras pueden estar expuestas a estas sustancias sin saberlo, incluso en sectores que no manejan productos químicos de forma directa. Disolventes en pinturas y barnices, ftalatos en plásticos y cosméticos, bisfenoles en envases alimentarios, pesticidas en entornos agrícolas o incluso medicamentos citotóxicos en centros sanitarios, son ejemplos de exposición habitual. La clave está en identificar estas sustancias a través de su etiquetado y conocer los riesgos asociados, ya que su uso cotidiano no implica que sean inocuas para la salud reproductiva.
Consecuencias sobre la salud reproductiva de las personas trabajadoras expuestas
La exposición laboral a agentes reprotóxicos puede tener un impacto severo en la fertilidad y en la salud de futuras generaciones. En las mujeres, puede provocar alteraciones hormonales, abortos espontáneos, complicaciones en el embarazo y trastornos de la lactancia. En los hombres, puede reducir la calidad del semen, afectar la producción espermática y generar disfunciones sexuales.
Además, la exposición durante el embarazo puede afectar directamente al desarrollo del feto, provocando malformaciones, alteraciones neurológicas, bajo peso al nacer o un mayor riesgo de enfermedades infantiles. Estas consecuencias evidencian que no se trata solo de un riesgo individual, sino de un problema de salud pública con dimensión intergeneracional.
Cambios normativos: nuevas obligaciones legales para las empresas
El Real Decreto 612/2024 modifica el marco normativo de la prevención de riesgos laborales al incluir de forma explícita a los agentes reprotóxicos de categorías 1A y 1B. A partir de ahora, las empresas están obligadas a identificar estos agentes, evaluar su riesgo y aplicar medidas preventivas específicas en función de su peligrosidad.
Además, se introducen valores límite ambientales y biológicos vinculantes, como el nuevo valor de plomo en sangre. También se incorporan nuevas definiciones que distinguen entre agentes reprotóxicos con umbral y sin umbral, lo que afecta directamente al enfoque de prevención que deben aplicar los servicios de prevención ajenos o propios.
Prevención de la exposición a agentes reprotóxicos en el entorno laboral
Una correcta gestión preventiva ante este tipo de riesgos implica actuar en varias líneas: eliminar o sustituir las sustancias peligrosas siempre que sea posible, garantizar una ventilación adecuada, proporcionar equipos de protección individual específicos y formar al personal sobre los efectos y las vías de exposición.
Además, es fundamental prestar atención a situaciones de especial sensibilidad como el embarazo o la lactancia. Adaptar el puesto de trabajo y aplicar protocolos de seguimiento permite reducir el riesgo y proteger la salud reproductiva sin comprometer la actividad laboral.
Proteger la fertilidad también es prevenir riesgos laborales
La exposición a agentes reprotóxicos es un riesgo laboral silencioso, pero con consecuencias muy visibles a largo plazo. En OTP trabajamos para que las empresas identifiquen, evalúen y controlen este tipo de peligros, integrándolos en sus planes de prevención con medidas eficaces y adaptadas a cada sector.
Realizamos evaluaciones específicas de productos químicos, analizamos su potencial reprotóxico y ayudamos a implantar soluciones preventivas ajustadas a la realidad de cada entorno laboral.
Si en tu empresa se utilizan sustancias químicas, es el momento de revisar si existe riesgo reprotóxico y qué medidas están implementadas. Prevenir no solo protege a quien trabaja hoy, sino también a las generaciones del mañana.
Contacta con nuestro equipo técnico y actúa antes de que el riesgo sea irreversible.
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