
En el ámbito de la prevención de riesgos laborales, asegurar que las medidas de seguridad se cumplen no es solo cuestión de implementar normas: también es imprescindible supervisar su aplicación en el terreno, especialmente en actividades o procesos con riesgos elevados. Es aquí donde cobra protagonismo la figura del Recurso Preventivo, una pieza esencial para garantizar entornos de trabajo seguros, reducir accidentes y cumplir con las obligaciones legales.
La figura del Recurso Preventivo fue introducida por la Ley 54/2003, como complemento a la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales, con el objetivo de asegurar que, en determinadas situaciones, exista una persona capacitada que vigile la correcta aplicación de las medidas preventivas y actúe ante posibles desviaciones o incumplimientos. Sin embargo, a pesar de su importancia, todavía existen dudas y malentendidos sobre sus funciones, requisitos y el momento en que es obligatorio designarlo.
¿Qué es un Recurso Preventivo?
Un Recurso Preventivo es una o varias personas designadas por la empresa, con la formación y capacidad adecuada, cuya principal misión es vigilar el cumplimiento de las actividades preventivas durante la realización de trabajos especialmente peligrosos o cuando exista riesgo de que los riesgos se agraven o modifiquen. Su presencia está regulada en el artículo 32 bis de la Ley 31/1995 y en el artículo 22 bis del Reglamento de los Servicios de Prevención.
A diferencia de lo que muchas veces se piensa, el Recurso Preventivo no es un “vigilante” que controla constantemente a las personas trabajadoras, sino alguien que verifica que todo está en orden antes de iniciar la actividad y supervisa que las condiciones de seguridad se mantienen mientras dura la situación que exige su presencia. Si durante el trabajo se incumplen las medidas previamente verificadas, el problema ya no es de prevención sino de disciplina interna.
¿Cuándo es obligatoria su presencia?
La legislación establece que la empresa debe contar con un Recurso Preventivo en tres casos principales:
- Cuando los riesgos puedan verse agravados o modificados por la concurrencia de actividades diversas en un mismo espacio o tiempo.
- Cuando se realicen actividades o procesos considerados peligrosos o con riesgos especiales, como trabajos en altura, espacios confinados, exposición a agentes tóxicos, manipulación de explosivos, entre otros.
- Cuando la Inspección de Trabajo y Seguridad Social lo requiera tras detectar condiciones que justifiquen su presencia.
En el sector de la construcción, además, el Plan de Seguridad y Salud deberá determinar cómo se concreta la presencia del Recurso Preventivo.
¿Quién puede ser designado como Recurso Preventivo?
Pueden asumir esta función:
- Trabajadores designados de la empresa.
- Miembros del servicio de prevención propio.
- Miembros del servicio de prevención ajeno concertado.
- Trabajadores asignados expresamente por la empresa, aunque no pertenezcan al servicio de prevención.
La empresa debe documentar formalmente esta designación e identificar claramente al Recurso Preventivo ante el resto del personal, ya sea mediante distintivos en su indumentaria o con comunicación interna.
¿Qué formación necesitas para ser Recurso Preventivo?
Para ejercer como Recurso Preventivo es obligatorio contar como mínimo con la formación en prevención de riesgos laborales de nivel básico, tal como exige la normativa. Además, dependiendo del tipo de actividad o proceso supervisado, puede ser necesario contar con formación específica o complementaria sobre los riesgos concretos de la tarea a vigilar.
Por ejemplo, para supervisar trabajos en espacios confinados, en altura o con exposición a agentes químicos peligrosos, es imprescindible que el Recurso Preventivo tenga conocimientos específicos sobre los procedimientos de trabajo seguro, equipos de protección, normativas aplicables y medidas de emergencia.
Esta formación no solo habilita legalmente para desempeñar la función, sino que garantiza que la persona designada cuente con los conocimientos necesarios para actuar de manera eficaz y segura en situaciones críticas.
¿Qué funciones tiene un Recurso Preventivo?
El Recurso Preventivo no solo está para “vigilar” sino para verificar, corregir y comunicar. Sus principales funciones son:
- Vigilar la correcta aplicación de las medidas preventivas en las actividades o procesos que lo requieren.
- Comprobar que las condiciones de seguridad se mantienen y que no aparecen riesgos nuevos o no previstos.
- Realizar indicaciones necesarias para corregir incumplimientos detectados.
- Informar al empresario o responsable si persisten deficiencias que no se han corregido.
No está legalmente facultado para paralizar el trabajo, salvo que la empresa le otorgue expresamente esta autoridad en sus procedimientos internos.
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En OTP entendemos que la figura del Recurso Preventivo es mucho más que una obligación legal: es una herramienta esencial para proteger la salud y seguridad de las personas trabajadoras. Por eso, ponemos a tu disposición dos soluciones clave:
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Autora: Marien Casañ, Coordinadora técnica de OTP Valencia

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