¿Afecta el trabajo a nuestra salud? y en concreto ¿nuestro trabajo puede favorecer la aparición de sobrepeso o incluso casos de obesidad en las organizaciones?. Hace unos meses la Asociación Catalana de Salud Laboral y la empresa Novo Nordisk se plantearon demostrar la relación entre trabajo y obesidad en una jornada realizada este año en Barcelona.
Para la Dra Filo Gracia, médico del trabajo en OTP la relación es clara. Según la Dra. la relación entre las condiciones de trabajo y la salud es de gran complejidad, ya que esta relación se produce en ambas direcciones y con efectos tanto positivos como negativos.
Unas condiciones de trabajo adecuadas tendrán un efecto positivo sobre la salud, lo que incrementará la satisfacción y el bienestar del trabajador. En sentido contrario, desde la salud hacia el trabajo, observamos el efecto positivo de una salud óptima, esto que llamamos bienestar físico, psíquico y social, sobre la mejora de las condiciones de trabajo. Esto es, un trabajador sano tenderá a mejorar su entorno laboral a través de las relaciones con sus colegas y sus mandos o subordinados, así como contribuirá a mejorar la calidad del trabajo.
En el envés de la perspectiva anterior podemos ver unas relaciones negativas. Unas condiciones de trabajo negativas pueden perjudicar al trabajador provocando enfermedades y accidentes. Y también, por ejemplo, un trabajador con un problema de salud (una lumbalgia) producirá un efecto negativo sobre las condiciones de trabajo, en forma de bajo rendimiento e incluso absentismo.
Los hábitos y las condiciones de trabajo
Existen numerosos factores que pueden provocar la aparición de problemas de sobrepeso/obesidad en las empresas, entre ellas la Dra Filo destaca el sedentarismo, el uso del coche, en muchos trabajos imprescindible y los hábitos alimenticios. La alimentación es, después del tabaco, el segundo factor de riesgo cardiovascular (según la OMS).
Tampoco debemos olvidar que la propia organización del trabajo puede provocar la aparición de conductas compulsivas en los trabajadores que en algunos casos se transforman en trastornos alimenticios, ocurre con el estrés y otros factores psicosociales.
Todos estos factores contribuirán a aumentar el número de casos de sobrepeso / obesidad en la empresa, si no actuamos sobre ellos.
La promoción de la salud como solución
Las campañas de promoción de la salud en la empresa van a reducir la prevalencia de determinadas enfermedades, la duración media de las bajas y el absentismo en general. Como principales beneficios podemos encontrar:
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Reducen el gasto sanitario, tanto el general como el que corre a cargo de la empresa
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Permiten llegar a sectores de la población poco accesibles a los servicios de atención primaria.
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Permiten actuar sobre factores de riesgo sinérgicos de naturaleza laboral y extralaboral
Estos programas de promoción de la salud no irían dirigidos exclusivamente a prevenir la obesidad, abordarían múltiples factores de riesgo cardiovascular además de la obesidad, el tabaco, la HTA o la hipercolesterolemia, ya que los sujetos con un factor de riesgo suelen acumular otros, lo que les convierte en empleados de “alto riesgo”.
Filo indica que es recomendable considerar dos ejes de actuación: programas de educación individual (promover buenas prácticas alimentarias, realización de ejercicio físico, incluso el manejo de cargas estresantes) y programas dirigidos al ambiente o a cambios estructurales como por ejemplo:
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Ofrecer en los comedores de empresa menús equilibrados y variados,
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Incluir una oferta más amplia de alimentos saludables en las máquinas expendedoras o en la cafetería)
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Facilitar medios en la empresa que permitan el uso de instalaciones y la práctica de ejercicio físico
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Realizar actividades en grupo entre los trabajadores (salidas a caminar, partidos de básquet, pádel, etc.)