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El importante papel de la iluminación adecuada en los ambientes laborales

El importante papel de la iluminación adecuada en los ambientes laborales

La calidad de la iluminación en el lugar de trabajo juega un papel fundamental no solo en la eficacia con la que realizamos nuestras tareas, sino también en nuestro bienestar emocional. Una iluminación inapropiada no solo puede mermar nuestra capacidad para llevar a cabo actividades laborales con precisión, sino que también puede influir negativamente en nuestro estado anímico.

Es crucial reconocer los peligros que una iluminación insuficiente o mal implementada puede representar para los empleados. Además, es importante enfatizar en las estrategias de prevención que aseguren una iluminación óptima en el lugar de trabajo.

Una iluminación adecuada facilita la visualización clara y sin esfuerzo de las actividades en el puesto de trabajo, así como de los diferentes espacios de tránsito como corredores, escaleras y áreas comunes. La insuficiencia lumínica no solo eleva el riesgo de errores y posibles accidentes, sino que también puede causar fatiga visual, resultando en dolores de cabeza, cansancio y cambios de humor.

La pregunta clave es fácil: ¿qué constituye una iluminación adecuada? La respuesta radica en una iluminación que permite la identificación y apreciación de formas, colores, objetos en movimiento y texturas sin esfuerzo, garantizando el confort visual en todo momento.

Medidas preventivas

1. Ajustar la iluminación: Se debe adaptar el nivel de iluminación según el tipo de tarea y el área de trabajo, teniendo en cuenta factores como el tamaño y el contraste de los objetos, la distancia visual y la edad del empleado.

2. Cumplimiento normativo: Es importante seguir los estándares mínimos de iluminación establecidos por la normativa vigente, como lo indica el Real Decreto 486/1997, sobre lugares de trabajo, que rige los requisitos lumínicos en los espacios de trabajo. Los estándares se miden con un luxómetro, que mide la intensidad lumínica en unidades de lux, reflejando la cantidad de luz distribuida sobre una superficie de un metro cuadrado. Según la naturaleza de las tareas a realizar, la legislación prescribe niveles mínimos de iluminación adaptados a las necesidades visuales de cada actividad.

  • Actividades que requieren atención visual mínima: Actividades como la manipulación de mercancías, salas de máquinas, etc. Se recomienda un mínimo de 100 lux.

  • Entornos que requieren exigencias visuales moderadas: Como almacenes de oficinas o industrias conserveras, el umbral se eleva a 200 lux.
  • Tareas que exigen una mayor precisión visual: Como el uso de ordenadores o la operación de maquinaria de impresión, se aconseja una intensidad de 500 lux.
  • Labores extremadamente detalladas y precisas: Como la inspección de calidad en joyería o la diferenciación de colores, el nivel mínimo recomendado alcanza los 1.000 lux.

3. Control de deslumbramiento y reflejos: Utilizar difusores en las fuentes de luz para minimizar el deslumbramiento de bombillas, fluorescentes o lámparas de bajo consumo, y orientar la iluminación de manera que se eviten reflejos molestos en las superficies de trabajo.

4. Iluminación localizada: En casos donde la iluminación general no es suficiente, se debe proporcionar iluminación adicional en los puestos de trabajo específicos, asegurando que la fuente de luz esté correctamente posicionada para evitar sombras y deslumbramientos.

5. Mantenimiento regular: Es fundamental mantener en óptimo estado los puntos de luz, reemplazando aquellos que se encuentren defectuosos o hayan cumplido su ciclo de vida útil.

6. Consideraciones psicológicas de los colores: Tener en cuenta el impacto emocional de los colores en el ambiente laboral, eligiendo tonalidades que contribuyan a un entorno de trabajo positivo.

7. Disposición inteligente de las áreas de trabajo: Colocar las estaciones de trabajo de manera que se beneficien de la iluminación natural y artificial, evitando la incidencia directa de la luz sobre las pantallas y minimizando los reflejos.

La implementación de estas medidas no solo promueve un entorno laboral más seguro y eficiente, sino que también mejora significativamente el bienestar y la satisfacción de los empleados. Adoptar una estrategia integral de iluminación es un paso esencial hacia la creación de espacios de trabajo óptimos que fomenten la productividad y la salud.

Para asegurar que tu entorno laboral sea lo más seguro, productivo y confortable posible, la adecuación de la iluminación es clave.

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