
El 29 de agosto se celebra el Día del Gaming, una fecha que reconoce la influencia cultural, creativa y tecnológica de los videojuegos en todo el mundo. Desde OTP, nos sumamos a esta efeméride con una mirada poco habitual pero muy reveladora: ¿qué tienen en común los videojuegos de simulación profesional y la prevención de riesgos laborales?
En plena era digital, cada vez más personas se adentran en simuladores hiperrealistas que recrean profesiones con todo detalle: conducir un tren, gestionar una granja, bucear en alta mar o incluso limpiar fachadas a presión. Puede parecer solo ocio, pero detrás de cada partida hay una representación de tareas, herramientas, protocolos… y, sí, también riesgos laborales.
Conducir con precisión… y cumplir normas
En Euro Truck Simulator, recorrer Europa al volante de un tráiler no solo implica manejar bien el vehículo: hay que respetar los límites de velocidad, planificar descansos, controlar el estado del camión y evitar sanciones.
¿Te suena de algo? Exacto: fatiga, mantenimiento, ergonomía, normativa vial… Todo eso está en el corazón de la prevención en el transporte.
Un tren no se improvisa
Train Simulator exige un conocimiento técnico casi obsesivo. Cada trayecto implica supervisar señales, anticipar frenadas y coordinar horarios. Un descuido, y todo el sistema puede fallar.
La analogía con la seguridad ferroviaria o el trabajo en entornos críticos es clara: anticiparse, evaluar y no dar nada por hecho.
Agricultura, riesgos y decisiones
En Farm Simulator, además de sembrar y cosechar, hay que manejar maquinaria pesada, planificar tareas y asumir consecuencias si algo sale mal. Quien haya trabajado en el sector agroalimentario sabe que el campo también tiene sus riesgos laborales, y que una mala práctica puede afectar tanto a la seguridad como al resultado.
¿Y limpiar a presión por diversión?
PowerWash Simulator convierte el uso de agua a presión en un juego relajante. Pero en la vida real, un equipo de limpieza de alta presión puede causar lesiones, cortes o accidentes eléctricos si no se usa con formación y precaución.
Aquí el contraste entre “divertido” y “real” nos recuerda algo clave: el riesgo está donde parece que no lo hay.
¿Qué podemos aprender desde la prevención?
Los simuladores no son formación preventiva, pero sí son una forma de representar entornos complejos de forma accesible. Nos muestran que para hacer bien un trabajo hay que conocer los pasos, entender los riesgos y saber que una mala decisión tiene consecuencias, aunque sea digitales.
En OTP creemos que la prevención también se entrena con cultura, con curiosidad y con pequeñas experiencias que nos hacen pensar antes de actuar.
Y quién sabe... tal vez la próxima vez que alguien juegue a montar andamios virtuales o a apagar incendios digitales, se plantee qué pasaría en la realidad si no se hiciera con seguridad.

Impulsamos la prevención de riesgos laborales y ayudamos a fomentar el bienestar, la seguridad y salud de las personas en las organizaciones. #PRL #SST